Considerada la novela más importante de su autor y un clásico de la literatura del siglo XX, Thomas Mann comenzó a escribirla en 1912, a raíz de una visita a su esposa en el Sanatorio Wald de Davos. La concibió inicialmente como una novela corta, pero el proyecto fue creciendo con el tiempo hasta convertirse en una obra mucho más extensa. La montaña mágica narra la estancia del joven Hans Castorp en un sanatorio de los Alpes suizos al que inicialmente había llegado como mero visitante. La obra ha sido calificada de novela filosófica, porque, aunque se ajusta al molde genérico del Bildungsroman o novela de aprendizaje, introduce reflexiones sobre los temas más variados, tanto a cargo del narrador como de los personajes (especialmente Naphta y Settembrini, los encargados de la educación del protagonista). Entre estos temas ocupa un lugar preponderante el del «tiempo», hasta el punto de que el propio autor la calificó de «novela del tiempo» (Zeitroman). Sin embargo, también se dedican muchas páginas a discutir sobre la enfermedad, la muerte, la estética, la política…, además de reflejar el modelo de vida decadente de la burguesía europea en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial.
Thomas Mann
Thomas Mann nació en el antiguo Imperio alemán en 1875. Novelista y crítico, es una de las figuras más importantes de la literatura de la primera mitad del siglo xx. Recibió la influencia de Goethe, Schopenhauer, Nietzsche y Wagner. Sus novelas exploran la relación entre el artista y el burgués, entre una vida de contemplación y otra de acción. En 1895 viajó a Italia, donde comenzó a escribir Los Buddenbrook (1901), novela inspirada en la historia de su familia. El motivo conductor de esta obra, así como de los relatos y novelas cortas que publicó por aquellos años, es la decadencia. Las novelas de Mann se caracterizan por una reproducción precisa de los detalles de la vida moderna y antigua, un profundo y sutil análisis intelectual de las ideas y los personajes, y por un punto de vista distanciado e irónico, combinado con un profundo sentido trágico. En 1929 recibió el Premio Nobel. Murió en Zúrich en 1955.
