Fábula mítica y relato filosófico de Saint-Exupéry, que se interroga acerca de la relación del ser humano con su prójimo y con el mundo.
Viví así, solo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve una avería en el desierto del Sahara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni pasajeros, me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte. Tenía agua apenas para ocho días.
La primera noche dormí sobre la arena a mil millas de toda tierra habitada. Estaba más aislado que un náufrago sobre una balsa en medio del océano. Imaginaos, pues, mi sorpresa cuando, al romper el día, me despertó una extraña vocecita que decía:
—Por favor…, ¡dibújame un cordero!
(disponible en la biblioteca)
Antoine de Saint-Exupéry
Antoine de Saint-Exupéry nació en la ciudad francesa de Lyon en 1900, en el seno de una familia aristocrática. En 1920 cumple el servicio militar en la Fuerza Aérea, y a partir de entonces la aviación se convierte en la gran pasión de su vida. Su primer cuento ve la luz en 1926, el mismo año en que comienza su carrera de piloto. A partir de 1935, Saint-Exupéry trabaja como corresponsal de los periódicos L’intransigeant y Paris Soir en Rusia y en España, y participa en diversos raids, como el París-Saigón y el Nueva York-Tierra del Fuego. En la Segunda Guerra Mundial combate como piloto de reconocimiento y, tras la caída de Francia, se instala en Nueva York. Allí escribe El Principito (1943), cuento infantil de gran originalidad que lo hizo universalmente famoso y que se ha convertido en uno de los fenómenos literarios más importantes del siglo xx. El 31 de julio de 1944, Antoine de Saint-Exupéry despega de un campo de aviación de Córcega para cumplir una misión de la que no regresaría jamás.